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Empresas siderúrgicas de Europa instan a no sancionar las importaciones de acero ruso
Nueve grandes compañías europeas del sector afirman que no hay alternativa a las importaciones desde Rusia, ya que los productores locales y de terceros países no pueden garantizar un suministro estable.
Un grupo de nueve gigantes de la siderurgia europea se pronunció colectivamente para oponerse a posibles sanciones contra los materiales de acero semifabricados procedentes de Rusia, informa Argus Media. Tras ese planteamiento de la Asociación Europea del Acero, ahora la Comisión Europea está estudiando medidas para bloquear ese tipo de suministros rusos, recoge Politico.
"Al usar como instrumento los debates políticos para lo que es esencialmente una cuestión económica y competitiva, los fabricantes integrados están promoviendo una prohibición de la importación de productos de acero semiacabados […] de Rusia, tratando de empujar el negocio del relaminado fuera del mercado", reza la carta enviada a la Comisión Europea.
La misiva está firmada por Marcegaglia (Italia), Pittini (Italia), Officine Tecnosider (Italia), Laminoirs des Landes (Francia), Vitkovice Steel (Chequia), Network Steel (España), Duferco (Luxemburgo), Dunaferr (Hungría) y NBH (perteneciente a NLMK Belgium Holdings, Bélgica).
En su carta, las compañías firmantes plantean reunirse con la CE para tratar el asunto.
Para estos momentos, NLMK, propietaria de NBH, es el mayor vendedor de productos de acero semiterminados rusos en Europa, después que muchos de sus competidores fueran sancionados en respuesta a la operación militar lanzada en Ucrania por Moscú.
Mercado europeo del acero
De enero a julio se vendieron en este rubro 2,4 millones de toneladas de artículos prefabricados rusos a la UE, lo que supone un ligero descenso con respecto a los 2,6 millones de toneladas del mismo periodo del año pasado y un aumento con respecto a los 2,2 millones de toneladas registrados en 2020.
Históricamente, 80 % del acero semiacabado importado por la UE procede de Rusia y Ucrania. Las empresas de relaminado de metal afirman que no hay alternativa a las provisiones rusas, ya que las fábricas europeas y los productores de terceros países, como Irán o algunos Estados americanos, no pueden garantizar un suministro estable.
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