El canciller de Brasil, Mauro Vieira, advirtió este miércoles que su país no aceptará que la Unión Europea (UE) use el medio ambiente como "pretexto" para adoptar medidas proteccionistas, aunque dijo que es posible que el Mercosur y las autoridades comunitarias puedan concretar hasta finales de este año el acuerdo comercial que llevan más de 20 años negociando.

Ambas partes firmaron el acuerdo en 2019, pero en la fase de ratificación algunos países se negaron hasta que el gobierno del entonces presidente ultraderechista Jair Bolsonaro se comprometiera a adoptar una serie de medidas ambientales, especialmente el control de la deforestación.

La UE propuso establecer un protocolo adicional con cambios en el capítulo sobre comercio y desarrollo sostenible.

Tras la llegada de Luiz Inácio Lula de Silva a la presidencia de Brasil, vista con muy buenos ojos por Bruselas, las autoridades comunitarias hicieron llegar ese protocolo –que no sido oficialmente publicado– al gobierno brasileño, que lo rechazó por contener excesivas "exigencias ambientales".

Además de eso, la UE aprobó una ley para cerrar su mercado a productos como el café, la soja o la carne, que contribuyan a la deforestación o la degradación de los bosques, algo que desagradó a países como Brasil y a su poderoso sector agropecuario.

"Queremos un protocolo equilibrado"

En la audiencia, el canciller dijo que Brasil está examinando la última propuesta europea con nuevos ítems ambientales.

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"Queremos un instrumento [un protocolo] equilibrado, con ganancias concretas para ambas partes, tanto en términos de comercio como de inversión. Al mismo tiempo, no aceptamos que el medio ambiente, preocupación legítima que compartimos, sea utilizado como pretexto para demandas desproporcionadas, para la adopción de medidas proteccionistas o, en última instancia, para represalias que no sean razonables", advirtió.

Críticas al pasado europeo

En su intervención, el diputado Ricardo Salles, quien fue un criticado ministro de Medio Ambiente en el gobierno de Bolsonaro, cuestionó duramente las exigencias europeas. "Si ellos quieren atacar a nuestro agronegocio en razón de la deforestación, tenemos que dar una respuesta al mismo nivel", dijo.

"No podemos aceptar este tipo de cosas de un continente que esclavizó a los negros en África y los trajo a Brasil, mató a los indígenas en América Latina y señala a Brasil y destruyó su medio ambiente, tiene un 3 % de su vegetación nativa original, emitió todos los gases de efecto invernadero del período histórico".