El primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, aprueba la "correcta" interrupción por parte de la Administración Trump de los programas internacionales 'humanitarios' financiados por EE.UU. 

"La actual Administración estadounidense confirmó directamente que el dinero de los contribuyentes estadounidenses, el dinero estadounidense, se utilizaba en otros países, como fue el caso de Georgia, para organizar revoluciones, perturbar países y desarrollar escenarios difíciles", dijo el político este miércoles en un programa televisivo del canal Imedi.

"El dinero de los contribuyentes estadounidenses no puede ser utilizado para organizar una revolución en Georgia", insistió. Asimismo, compartió su esperanza de "que no solo se suspenda por tres meses la financiación de los procesos revolucionarios, de los disturbios, del fraude electoral y de eventos de ese tipo, sino que todo eso se detenga a largo plazo y se revisen esencialmente los enfoques en esta dirección".

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Kobajidze denunció que el dinero de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID), asignado formalmente a la formación de "representantes del ámbito cultural", fue gastado específicamente en los mencionados procesos. En este sentido, destacó que Donald Trump "no sólo garantizó la transparencia de la financiación, sino que la detuvo directamente", siendo su motivación principal que "esta financiación se estaba utilizando para fines equivocados y muy perversos".

El caso de Georgia no es el peor en este sentido, según el primer ministro del país. "En muchos otros, esta financiación tuvo como resultado: revolución, guerra y mil desastres", denunció.

Sin valores en Bruselas

El jefe del Gobierno georgiano también se refirió a la polémica que enfrenta a las autoridades de Alemania con el empresario y miembro del equipo presidencial republicano Elon Musk.

"Ahora se habla de que Elon Musk interfiere en las elecciones de los países europeos, y Olaf Scholz declaró que eso es repugnante", recordó Kobajidze, que trazó un paralelismo con lo ocurrido el pasado mes de octubre, cuando un portavoz del canciller alemán "salió y llamó directamente al pueblo georgiano a apoyar a los 'nacionalistas'", en referencia al Movimiento Nacional del expresidente Mijaíl Saakashvili. "Todo esto demuestra que la justicia y la equidad han perdido su valor entre los funcionarios de Bruselas", concluyó el político de Tbilisi.