El ajo ocupaba ya un destacado lugar en la alimentación de los egipcios y de los hebreos. Los egipcios lo elevaron incluso al rango de divinidad. es bacteriostático, antifúngico y con propiedades para ayudar a mantener sano el corazón. Parte que se utiliza: el bulbo.
Mantener la salud del corazón
El ajo disminuye la agregación plaquetaria y aumenta sensiblemente la actividad fibrinolítica. Estos dos efectos conjugados le confieren propiedades antitrombóticas. Gracias a su actividad hipolipemiante e hipocolesterolemiante, previene igualmente la arteriosclerosis y los accidentes vasculares asociados a la misma.
Por lo tanto, el ajo contribuye a mejorar la circulación sanguínea y de ahí su acción beneficiosa sobre la hipertensión arterial. También ayuda a mentener los niveles normales de colesterol. En trabajos realizados recientemente se ha demostrado que no sólo es bacteriostático , sino también es antifúngico y un buen desinfectante intestinal.
Las propiedades del ajo se deben a unas sustancias de naturaleza azufrada, la aliína y el ajoeno, de los que es importante prevenir su degradación por los jugos digestivos. Por ese motivo su uso en polvo y encapsulado ayuda a evitar esto y previene el aliento con olor a ajo, aunque su uso crudo es igualmente beneficioso.
De su uso cotidiano se recomienda ingerir pelado entre medio y un diente de vez en cuando y su uso normal en comidas sin excederse en el tostado para evitar el carbonizado yaa que este es tóxico al contener estos nitrosaminas al formarse en la carbonización.