Julia (Carmen Maura) es una mujer sin mucho éxito en la vida que trabaja para una inmobiliaria. Está casada con Ricardo (Jesús Bonilla), un hombre negativo y mediocre.
Julia va a mostrar un apartamento de la inmobiliaria, y por una serie de casualidades y una gotera del piso de arriba, termina descubriendo que el solitario anciano que acaba de fallecer allí entre basura escondía 300 millones de pesetas. Lo más sencillo sería irse con el dinero, pero no va a ser nada fácil...