Justo Leal y Aventado, un joven de origen humilde, está estudiando el último año de abogacía en la facultad de leyes de la Universidad Nacional Autónoma de México. Al mismo tiempo, trabaja como pasante y resuelve con éxito casos de personas que no tienen dinero para pagar un abogado. Tras un gran esfuerzo, logra licenciarse en leyes y decide seguir luchando en favor de los pobres, aunque sin desestimar los clientes pudientes.