Hemos de evitar el voto emocional, ese tan cambiante por motivos tan diversos, habitualmente, propaganda.
Qué queríamos hace diez años cuando lo del 15M pasó, cuáles eran nuestras exigencias, qué se ha conseguido hasta ahora, porqué seguir transitando la senda de la transformación sin darle el placer a los destructores de vidas y sueños vernos dar ni un sólo paso atrás.
Buscábamos vivir en un sistema que nos procurara la felicidad, que no nos fallara a las primeras de cambio, que trabajara por y para nosotros, para todos y por todos. Un sistema de oportunidades para todos. Directamente entramos al tema evitando circunloquios; la base para que la parte vital y productiva de una persona pueda jugar a pleno rendimiento y aportando a la socidad lo mejor de si mismo, es necesario tener seguridades y certidumbres, la principal es el lugar de desarrollo vital de cada uno en lo más simple de las necesidades humanas, el cobijo.
La falta de vivienda predispone a la vulnerabilidad de ser explotado por la ,creada por el mercado inmobiliario, sobrevaloración de los espacios habitacionales y de vivienda.
El mercado inmobiliario sólo puede existir una vez la población tenga garantizad el acceso a la vivienda como un derecho constitucional, a partir de ahí el mercado inmobiliario puede coexistir con el aseguramiento de una vivienda digna.
Se ha demostrado que se puede. Si queremos que los sueños se hagan realidad hemos de perseverar en el camino que ha sido constantemente torpedeado por los poderes contrareformistas y dispersado por los egoísmos personalistas, cualquiera no sirve para llevar a cabo nuestros planes de justicia social, no necesitamos a nadie que pretenda mantenernos idiotizados mostrándonos sus trucos de trilero. Necesitamos personas con la finalidad clara de llevar a cabo una tarea que consiste en lo siguiente:
En cuanto a vivienda:
Legislar para asegurar la vivienda digna como derecho.
Legislar para hacer cumplir ese derecho.
Ejecutar la leyes de vivienda.
Recuperar y construir vivienda.
Política social:
Ingreso mínimo Vital como prestación inmediata cuando la persona deje de tener ingresos y no exista otra posibilidad.
Al haber solucionado los principales problemas, las personas que pasen por un bache, siempre podrán volver a rehacerse sin tener que pasar por procesos hirienes, lesivos o incluso en casos, suicidios.