Desarrollado para ser compatible en gran medida con sh, Bash también integra características útiles de otros shells como el Korn shell (ksh) y el C shell (csh). Esta compatibilidad se extiende a facilitar tanto la interacción directa con el sistema como la programación en scripts, ofreciendo mejoras significativas en comparación con sh.
Bash está diseñado para ser una implementación conforme con la sección de Shell y Herramientas de la especificación IEEE POSIX (IEEE Standard 1003.1). Esto significa que no solo proporciona las funcionalidades básicas esperadas, sino que también incorpora mejoras que benefician a los usuarios tanto en entornos interactivos como en el desarrollo de scripts.
Aunque el sistema operativo GNU incluye otros shells, como una versión del C shell (csh), Bash es el shell predeterminado, convirtiéndose en el más utilizado y recomendado dentro del entorno GNU. Una de las características destacadas de Bash es su portabilidad. Está disponible en casi todas las versiones de Unix y también se puede encontrar en sistemas operativos distintos como MS-DOS, OS/2 y Windows, gracias a puertos independientes que permiten su funcionamiento en estas plataformas.
En resumen, Bash combina la herencia del shell Bourne con innovaciones de otros shells, ofreciendo una herramienta poderosa y versátil para la administración de sistemas y la programación de scripts en una amplia gama de entornos.